Una alternativa interesante, más de lo que muchos piensan, es tomar helado, un producto alimenticio apetitoso, refrescante y fácilmente digerible. Hoy día, gracias a las diversas técnicas de elaboración y a su composición nutritiva, los helados se pueden adaptar a todos los gustos (variedad de sabores, colores, texturas, ingredientes…) e incluso a necesidades especiales de algunas personas (helados apropiados en caso de diabetes, bajos en calorías para quienes necesitan cuidar su peso, etc.).
Podemos clasificar los helados, según su composición nutricional, en cuatro grupos: helados preparados a partir de crema o nata, leche entera o desnatada y grasa animal o vegetal no láctea, los de hielo (polos, sorbetes, granizados…), los postres helados (tartas, pasteles helados), y por último, los helados especiales, dentro de los cuales incluiremos a los elaborados con edulcorantes no calóricos (aspartame, sacarina...) o fructosa, especiales para diabéticos, y los helados bajos en calorías o light, con edulcorantes no calóricos y sin grasas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario